Preparar las oposiciones del SAS es un proceso largo que se inicia desde el preciso momento en que tomamos la decisión de hacerlo. La motivación juega un papel fundamental, pero no es el único. Estudiar unas oposiciones del SAS requiere de tiempo, dinero, predisposición y compromiso. Además, hay algunos factores que pueden influir poderosamente a la hora de impulsar nuestras potencialidades. A continuación te damos diez consejos para alcanzar el gran objetivo. ¡Presta atención!
1- Un temario completo y actualizado: El gran aliado
Contar con un temario actualizado y un método de estudio constituye la base de una buena preparación. Con el paso del tiempo los contenidos que lo conforman experimentan modificaciones. Las leyes cambian y a menudo también lo hacen los requisitos de cada convocatoria. Estar atenta a las bases de la convocatoria a la que te vas a presentar te ayudará a configurar un temario 100% adaptado a las pruebas. Además, consultar con expertos que conozcan de primera mano las oposiciones del SAS y el tipo de pruebas te será muy útil para resolver todas las dudas que puedan aparecer durante tus periodos de estudio
2- Tu entorno de estudio: Tu lugar sagrado
El espacio donde lleves a cabo tus sesiones de preparación debe estimular tus capacidades. Reserva un espacio exclusivamente al estudio. Un lugar diáfano, cómodo y alejado de distracciones o ruidos mejorará tu capacidad de concentración. Ten en cuenta que deberás gestionar un gran volumen de apuntes y documentos. Opta por una mesa espaciosa en la que puedas organizar bien todos los contenidos. Por último, optimiza ese espacio también para la planificación. Hazte con un tablón de corcho que te permita visibilizar la información y las notas que sean especialmente relevantes. Fechas, horarios, tareas pendientes…
3- Ritmos de trabajo y organización
La preparación de unas oposiciones del SAS es un proceso muy exigente que requiere de constancia y disciplina. Para que los resultados sean satisfactorios los esfuerzos deben estar focalizados en el rendimiento. Traza unas estrategias de planificación que te permitan optimizar tu tiempo. Opositar se convertirá en un trabajo como tal, con un horario definido que podrá experimentar variaciones a lo largo del trayecto hacia la obtención de tu plaza.
Independientemente de que estés trabajando o no en estos momentos, lo más recomendable será que inicies tus sesiones en periodos de media jornada. Empieza el trayecto invirtiendo unas pocas horas para evitar la fatiga. A medida que pase el tiempo podrás ir incrementando la duración de las sesiones hasta alcanzar una jornada completa (si es que tus circunstancias te lo permiten).
En el caso de que estés trabajando al mismo tiempo que preparas las oposiciones, debes saber que existen fórmulas de planificación que pueden obrar milagros y te permitirán mantener una buena conciliación entre el estudio y tus obligaciones laborales. Aunque tus circunstancias te permitan invertir un menor tiempo, si desarrollas tu capacidad de adaptación y eres constante, lo lograrás.
4- Las mejores técnicas de estudio para preparar las oposiciones del SAS
Existe un amplio abanico de técnicas de estudio y estrategias de memorización. Aunque no existe una fórmula mágica universal, sí que es cierto que existen algunas pautas generales que pueden repercutir positivamente en tu proceso de preparación.
Por ejemplo, las lecturas introductorias, el subrayado y la fase de síntesis a partir de esquemas o resúmenes pueden ayudarte a generar estructuras conceptuales más asequibles y comprensibles. Por otro lado, opositar a un cargo público conlleva necesariamente una amplia formación en leyes por lo que la memorización resulta especialmente importante.
Existen diferentes estrategias para potenciar nuestra memoria aunque independientemente de cuál utilices debes tener en cuenta algo: El entendimiento y la lógica deben estar en la base del proceso. Aunque pongas en práctica diferentes métodos de memorización no renuncies por ello a la comprensión. Dedica una fase inicial a leer con detenimiento los contenidos y asegúrate de que los comprendes y sabes cuál es el mensaje subyacente. A partir de ahí, integrar y asimilar conceptos será mucho más sencillo.
5- No renuncies a los períodos de descanso
Destinar demasiado tiempo al estudio y trabajar con métodos intensivos que exijan una dedicación excesiva desembocará en un desgaste mental y físico. Evita este tipo de planteamientos porque a la larga son contraproducentes y generan un impacto negativo en la salud.
Reducir abusivamente los periodos de descanso con el objetivo de estudiar más de lo que puedes asumir tan sólo conseguirá saturarte. Las sesiones de estudio serán bastante menos efectivas y acabarás odiando literalmente lo que estás haciendo por lo que tu motivación también puede verse en peligro.
Destina los fines de semana a relajarte si tus circunstancias te lo permiten. Un soplo de aire fresco y un poco de diversión te ayudarán a recuperar energía y motivación. En contra de lo que se tiende a pensar, preparar unas oposiciones del SAS no consiste en el autoconfinamiento.
6- Mantén los pies en la tierra y no abandones
El recorrido hacia la obtención de plaza estará repleto de altibajos, pero es algo natural. Habrá momentos en los que puedas sentirte bloqueada o tengas la sensación de que por mucho que lo intentas no puedes evolucionar porque algún tema específico se te “atraganta” y por más que lo intentas no consigues retener la información.
En este tipo de situaciones es importante que prestes atención a tu estado emocional y lo cuides. Céntrate en cultivar la paciencia y fortalece tu autodeterminación.
7- Los repasos son más importantes de lo que crees
Es posible que cierres uno o varios temas con una sensación de plenitud. Estás segura de que has asimilado todos los conceptos y tienes la certeza de dominarlo. Si es así es muy probable que caigas en el error de confiarte demasiado. Mantente en alerta activa y no renuncies a los periodos de repaso, por muy bien que te sepas algunos temas.
Es posible que te lo hayas aprendido, pero piensa que siempre puedes aprendértelo mejor. Procura crear un espacio destinado al repaso y tenlo en cuenta durante tu planificación. Unas buenas sesiones de repaso pueden ayudarte a marcar la diferencia y fortalecer los conceptos aprendidos.
8- Busca un equipo de apoyo especializado
Preparar las oposiciones del SAS de forma completamente libre puede exponerte a algunos riesgos. Por ejemplo, contar con un temario desfasado o no contar con metodologías prácticas basadas en simulacros de examen.
Buscar un equipo de profesionales especializados en la preparación de oposiciones puede proporcionarte una gran cantidad de herramientas. No sólo a nivel técnico o metodológico sino también a nivel psicológico. Contar con el apoyo de unos guías experimentados puede proporcionarte un extra de tranquilidad y seguridad.
Resolver tus dudas, recibir apoyo moral o conocer a otras estudiantes que estén pasando por el mismo proceso te ayudará a adquirir herramientas psicológicas y mentales invaluables.
9- Ponte a prueba y triunfarás
Los test son una buena forma de medir tu evolución y orientar tus esfuerzos a resultados prácticos. A partir de simulacros podrás tener una referencia de tu perfil competitivo. Podrás identificar tus puntos fuertes y tus puntos débiles. Sabiendo esto podrás tomar medidas de estudio correctivas que te ayuden a perfeccionarte.
Los mejores programas prácticos basados en test de prueba se insertan dentro de centros de formación especializada como academias. Destina buena parte de tu esfuerzo a este tipo de exámenes y entrenamientos prácticos. Notarás la diferencia.
10- El optimismo: Tu mejor arma
Para poder avanzar es necesario que mantengas los pies en la tierra. Sin embargo, eso no significa que tengas que renunciar al optimismo. De hecho, es el mejor carburante para afrontar tus sesiones de preparación con energía.
Existen muchos argumentos y pensamientos negativos que pueden hacer que se tambalee tu determinación. Demasiados aspirantes, pocas plazas, un temario extenso y difícil… Podríamos continuar porque, como en todo, hay partes negativas. Hay posibilidades y riesgos con los que deberás aprender a convivir durante tu periodo de preparación.
La clave está en que no te dejes influir por ellos y que centres tu energía en superar los momentos en los que sientas mayor desmotivación. Una buena forma de fortalecerte emocionalmente ante este tipo de sensaciones es relacionarte con personas que hayan superado las oposiciones del SAS.
Establecer contacto con personas que entiendan lo que estás haciendo marcará la diferencia y te influirá muy positivamente. Habla con preparadores y profesores especializados o aspirantes que se estén preparando unas oposiciones en estos momentos. Busca fortalezas para derribar las barreras psicológicas y vencerás.
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